La criminalidad en el mundo y su lucha en última ratio
¿Qué es la criminalidad?
La criminalidad, según la RAE, es la cualidad o circunstancia que hace que una acción sea criminal. Esta no entiende de género, edades, clase social o nacionalidad, porque la criminalidad está extendida por todo el mundo. Lleva existiendo desde que el ser humano está en el planeta, y ha pasado por diversas teorías del estudio del delincuente.
Algunas teorías afirman que la criminalidad es ajena a la persona, otras nos hablan sobre que la criminalidad es intrínseca a la persona, e incluso Cesare Lombroso, que es considerado como uno de los padres de la Criminología, nos decía en su libro “L´Uomo delinquente” (1876) que es la morfología la que hace al delincuente.
Al hablar de criminalidad, debemos de saber cómo medir la delincuencia. Para Santiago Redondo y Vicente Garrido la delincuencia se organiza en un iceberg que justifica que la mayoría está oculta:
Aún así, no podemos olvidar que tenemos que tratar el miedo al delito como lo redactan en el manual citado anteriormente Santiago Redondo y Vicente Garrido. Existen países que se consideran realistas, como son los países de Francia, Suiza e Inglaterra, que muestran equilibrio entre las inseguridades y el riesgo real; países optimistas, como Suecia y Holanda, que tienen una percepción menor de inseguridad que el índice real; y países pesimistas, como Portugal o España, que tienen una percepción de inseguridad superior a su índice real.
Prevención de la criminalidad
Hemos visto a grandes criminales en los cinco continentes, pero nos preguntamos ¿qué medidas se toman para que no cometan delitos? O, en el caso de cometerlos, ¿qué medidas se toman en las diferentes partes del mundo para prevenir que reincida? Para ello, debemos hablar primero de los tres estilos de la clásica clasificación de Caplan de 1964 sobre prevención:
- Prevención primaria: se debilitan los estímulos criminógenos relacionados a distintas políticas como las socioeconómicas, las institucionales o las familiares. Esta prevención aplica a toda la población e intenta que se evite el delito.
- Prevención secundaria: los factores de riesgo de la población con gran probabilidad de conductas delictivas o antisociales son tratados para neutralizarlos. Esta prevención trata de evitar que se desarrollen los actos delictivos y busca modificar las situaciones de riesgo.
- Prevención terciaria: trata de evitar la reincidencia de las personas que han cometido actos delictuosos. Es decir, trata de prevenir la reincidencia a raíz de un modelo que sigue el esquema de tratamiento, rehabilitación y reinserción.
En este artículo nos centraremos en este último tipo de prevención terciaria ya que es la que se trabaja de primera mano, principalmente, con las medidas de privación de libertad a lo ancho y largo del planeta, junto a los tribunales de justicia y las prisiones.
El sistema de justicia criminal español
El sistema de justicia criminal se puede ver en la siguiente figura que adaptaron Santiago Redondo y Vicente Garrido:
La legislación española tiene similitudes con otras legislaciones latinoamericanas, con una finalidad de rehabilitación. La legislación española se remite al artículo 25.2 de la Constitución Española de 1978 para hacer constar que “las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados. El condenado a pena de prisión que estuviere cumpliendo la misma gozará de los derechos fundamentales (…) a excepción de los que se vean expresamente limitados por el contenido del fallo condenatorio, el sentido de la pena y la ley penitenciaria. En todo caso, tendrá derecho a un trabajo remunerado y a los beneficios correspondientes de la Seguridad Social, así como al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad”.
En referencia a la legislación penitenciaria española encontramos cuatro modalidades de cumplimiento de las penas privativas de libertad haciendo referencia al artículo 72 de la Ley Orgánica 1/1979, de 26 de septiembre, General Penitenciaria:
- Primer grado: duro control regimental.
- Segundo grado: trata un régimen de vida ordinario dentro de las prisiones.
- Tercer grado: el llamado régimen abierto.
- Cuarto grado: también llamado sistema de libertad condicional.
Para saber más: Redondo, S. y Garrido, V. (2013). Principios de Criminología. Cuarta edición. Valencia, España: Tirant lo Blanch.
Tras este pequeño análisis del estado español, a continuación, analizaremos otros países. Aproximadamente hay 10 millones de personas encarceladas en todo el mundo.
El sistema de justicia criminal en Europa
En Europa, se ve una clara diferencia dependiendo de la región. Los países nórdicos tienen una tasa promedia de 6 reclusos por cada 100.000 y los países centroeuropeos la tienen de, aproximadamente, 98 reclusos por cada 100.000. Alrededor de 133 por cada 100.000 en los países mediterráneos y barajando la cifra de 260 reclusos por cada 100.000 en los países del Este de Europa.
En cuanto a los países con más tasa de extranjeros en prisión se hallan los países de Suiza, Italia, España, Noruega, Suecia, Alemania y Países Bajos con alrededor de un 20% de la totalidad de la población penitenciaria. Mientras que entre los países más moderados como Reino Unido (Inglaterra – Gales principalmente), Irlanda, Finlandia, Francia y Portugal, hay de un 12% a 18% de extranjeros.
Para saber más: Redondo, S. y Garrido, V. (2013). Principios de Criminología. Cuarta edición. Valencia, España: Tirant lo Blanch.
Modelo escandinavo de penas privativas de libertad
Este modelo escandinavo es uno de los más exitosos en el mundo, siendo conocidos sus países (Finlandia, Suecia y Noruega) por sus bajas tasas de población carcelaria y por las buenas condiciones que tienen los reclusos dentro de estas. En 2016, según ICPS (International Center for Prison Studies) en el ranking de la tasa de población por cada 100.000 habitantes, Noruega estaba en el 173, Finlandia se situaba en el 191 y Suecia en el 193.
Este sistema destaca por las condiciones de vida de los reclusos dentro de los recintos penitenciarios. Incluso la antigua Vice Ministra de Justicia Noruega, Terje Moland Pedersen, habla de que ya de por sí, su propio castigo es estar en prisión, mientras que aclara que el castigo no es perder los derechos como ciudadano.
Las prisiones de estos países escandinavos no superan los 100 internos, excepto Suecia, que tiene uno de los centros penitenciarios más grandes de la zona con 350 internos. Una población penitenciaria aún así muy menor en comparación con la capacidad de los centros penitenciarios de otros países (por ejemplo, el Centro Penitenciario de Málaga II, con capacidad para 2.000 presos).
Estos presos se reparten en un total de 50 centros en Finlandia, 42 en Noruega y 72 en Suecia. Estos centros pueden ser abiertos y cerrados, siendo los cerrados muy similares a los del resto del mundo, a pesar de que la mayoría de población penitenciaria escandinava se encuentra en las primeras. Algunos de los ejemplos del modelo escandinavo son los centros penitenciarios de Bastoy, Halden y Sandaker, estando estos tres en Noruega:
Centro penitenciario Bastoy
A esta prisión, situada a 75 kilómetros del sur de Oslo, se le conoce como la “cárcel más agradable del mundo”. Los internos viven en una isla haciendo vida “normal”. Los internos autoproducen verduras, además de cuidar diversos animales como pollos, vacas u ovejas. Estos tienen escuela y trabajos, por lo que mantienen una “libertad aislada”.
Centro penitenciario Halden
Esta prisión, al sureste de Noruega, a pesar de ser una prisión de máxima seguridad, encamina y facilita la vida del interno hacia la libertad. La propia arquitectura del centro busca que los internos no olviden que son parte de la sociedad. Tienen ventanas alargadas para tener más horas de luz, pequeños salones y cocinas, buscando la familiaridad y el calor humano entre los propios internos.
Centro penitenciario Sandaker
Situada en el centro de Oslo, es una “residencia” con internos llamados residentes. Se les asegura un empleo y una reinserción social, a cambio de un alquiler. Lavan su ropa, e incluso tienen acceso a teléfonos móviles e Internet.
Estos modelos han logrado un porcentaje de reincidencia menor respecto al de otros países. Noruega tiene un porcentaje del 20%, Suecia del 30% y Finlandia del 31% (datos del 2010).
Según los criminólogos John Pratt (2007) y Thomas Mathiesen (1965) la diferencia está en las condiciones de estos países, que cumplen un rol socializador del interno.
Para saber más: https://www.researchgate.net/publication/318589757_Una_revision_del_modelo_carcelario_escandinavo_con_notas_para_Chile
El sistema de justicia criminal en América
El sistema de justicia criminal en América del norte
Estados Unidos tiene el sistema con más presos del mundo, contando con más de 2 millones de personas que son internas. El sistema norteamericano busca castigar al delincuente, en lugar de ayudarle a su reinserción. En periodos de seguimiento de 3 años, 1 de cada 2 personas reincide, comprobando que este sistema falla.
Reforma penitenciaria de Donald Trump
Donald Trump, en 2018, realizó una de las reformas penitenciarias más importantes de la última década en Estados Unidos. El senado buscó la reducción de la población, a través de la eliminación del sistema por el que si alguien cometía tres delitos, iría de por vida a prisión. A raíz de esta reforma el tiempo se reduciría a 25 años.
No obstante, aún no se ha podido ver si se han cumplimentado los efectos de esta reforma, ya que ronda los dos años desde la aprobación.
Privatización de las prisiones
Otros de las características del sistema penitenciario estadounidense es la privatización de las prisiones. Una empresa se hace cargo y el gobierno les ingresa una cantidad de dinero por cada interno. Esto puede ser otra causa más a la que sumarse para responder a la pregunta del por qué hay tal cantidad de internos en el país norteamericano.
Niveles de seguridad en las prisiones estadounidenses
Además, a pesar de que halla más de 2 millones de personas en prisión, solo trabajan cerca de medio millón. En estas prisiones, se dividen en tres niveles de seguridad: máximo (reclusos encerrados en sus celdas durante varios días), medio (restricción de movimientos) y mínimo (para delincuentes no violentos o con un buen comportamiento).
Para saber más: https://prisionenusa.com/como-funciona-el-sistema-penitenciario-de-estados-unidos/
Conclusiones sobre las medidas penitenciarias europeas y estadounidenses
Según las estadísticas, lo mejor para la reinserción social es estar pendiente de los internos, adaptando programas en función de su pena, como parece exponer el sistema nórtico. Este, a través de la confianza, consigue una de las tasas más bajas del planeta de reincidencia. En el otro extremo se encuentra el caótico sistema norteamericano, que ya nos mostrará las consecuencias de la reforma que realizó Donald Trump en 2018.
6. Referencias
– Redondo, S. y Garrido, V. (2013). Principios de Criminología. Cuarta edición. Valencia, España: Tirant lo Blanch.
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